La eterna regeneración del Oporto

Este debería ser un post de la Supercopa de Europa y de engrandecimiento al Barcelona. Pero lo fácil es alabar siempre al ganador, como he hecho hasta ahora. Ya me he cansado de repetir una y otra vez que no hay un equipo en el fútbol actual con el poder que tiene el Barça. Este blog sería muy rutinario. También hay que alabar al subcampeón, al equipo que le intenta quitar el cetro de mejor equipo del mundo. Y eso solo han tenido opciones de hacerlo Real Madrid y Oporto en las dos Supercopas recién ganadas por el equipo blaugrana. Los dos se han quedado muy cerca, es más, hasta los últimos minutos las dos competiciones no contaban con un ganador claro, no estaban sentenciadas. Pero tuvieron el mismo vencedor. Se puede llamar suerte, calidad, azar o Leo Messi, pero siempre acaba ganando el mismo.

Y es que en el primer gol de Messi ayer la suerte influyó mucho. Al crack argentino le llegó una pelota de Guarín, que estaba en el centro del campo, cuando estaba en el área de la portería de Helton. La "Pulga" no falló la "asistencia" de gol del colombiano. Sin merecerlo, los portugueses perdían, y como todos sabemos, al Barcelona es muy difícil remontarle. El Oporto no llevaba demasiado peligro a Valdés, pero también hay que decir que controló defensivamente muy bien al Barça. El balón estaba la mayor parte del tiempo en el medio campo, donde Xavi y Moutinho intentaban romper sin éxito el mediocampismo predominante en este partido. Los minutos pasaban y pasaban y el Porto se tenía que ir para adelante en busca del gol que provocara la prórroga. Lo hizo dejando muy poquitos huecos atrás, lo que tiene un mérito enorme, pero Messi encontró uno por el que entró Cesc que fusiló a Helton. 2-0 y sin tiempo de reacción. El Barcelona era supercampeón de Europa y el Oporto, un equipo que no había perdido en todo el año, le felicitaba demostrando que además de tener un gran equipo sabe estar en los momentos complicados. Quizá tuvieron mal perder al hablar del árbitro, que se comió un penalti de Abidal, pero hay que recordarles que no se aplicó la ley de la ventaja cuando Villa se quedaba solo frente al portero.

Todas estas quejas han venido por parte de Vitor Pereira, el nuevo entrenador del Oporto, antiguo ayudante de Villas Boas, y que parece que está siguiendo sus pasos. Este es el principal ejemplo de la filosofía de los dragones. El equipo portugués tiene un especial talento para encontrar futbolistas o entrenadores baratos y jóvenes que explotan en su club para venderlos por auténticas millonadas. El caso más reciente es el de Radamel Falcao, por el que el Atlético ha pagado 40 millones de euros. Pinto da Costa, el presidente, lo fichó de River por 5. Y ahora para sustituirle ha fichado del Marítimo de Funchal por dos millones al brasileño Kleber, que tiene muy buena pinta. Hay decenas de estos casos en el Oporto. Si hablamos de centrales podemos ver la sucesión Carvalho-Pepe-Bruno Alves-Rolando. Todos eran jugadores desconocidos y ahora todos están en la lista de mejores centrales de Europa y del mundo. Cuando se iba uno, se fichaba a otro. Y esa es la mejor forma de ganar títulos y dinero.