30 enero 2011

En Asia hay mucho fútbol

Comenté en el artículo sobre el Mundial de Qatar en 2022 que en ese pequeño país islámico se iba a jugar la AFC (Asian Federation Cup), un torneo que en España no pasa de ser un pequeño breve escrito en letra pequeña en los principales periódicos deportivos. Pero que este campeonato asiático de selecciones no tenga relevancia no quiere decir que su fútbol sea malo. Más bien al contrario. Selecciones como Corea del Sur o Japón tienen un esquema de juego similar al que tanto nos gusta del Barcelona o de España. Otras como Australia se basan en un juego directo que hace de sus partidos un conjunto de ocasiones seguidas detrás de otras. Podemos ver defensas centrales que suben hasta colocarse de delanteros como ocurre en la selección de Uzbekistán (muy interesante pese al 0-6 que le metió Australia). Todo ello hace del fútbol asiático un deporte espectacular con más toque que el europeo.

¿Por qué es espectacular el fútbol asiático? Para mí por dos grandes razones. La primera, ninguna selección cuenta con un centrocampista defensivo puro. Esa función la desempeña un centrocampista "box to box" o, lo que es lo mismo, de área a área, jugadores del tipo Gerrard o Lampard con una gran llegada, como puede ser el caso de una de las grandes apariciones del torneo, el australiano Mile Jedinak, que acabó con tres goles pese a ser un "stopper". La segunda, no hay ningun delantero puro de nivel. Además, el mejor nueve del continente, el delantero coreano del Mónaco, Park Chu Young estaba lesionado. La ausencia de delanteros hace imprescindible para el fútbol asiático un gran número de jugadores de segunda línea con llegada. Es más, el máximo goleador del torneo, el surcoreano Koo Ja Cheol, es un jugador del perfil de Andrés Iniesta. Otros jugadores que han destacado desde la mediapunta han sido el coreano Park Ji Sung (ManU), el japonés Keisuke Honda (CSKA Moscú) y el australiano del Everton Tim Cahill. En ese aspecto, la aparición del torneo ha sido, además de Koo, el uzbeko Sergey Djeparov. Otros nombres interesantes que nos ha dejado el torneo son: Nagatomo (lateral japonés del Cesena), Matt McKay (centrocampista australiano del Brisbane Roar), Ki Seung Yeung y Yoon Bit Garam (centrocampistas de Corea del Sur del Celtic y del Gyeongam), Ismail Abdullatif (delantero de Bahrein del Riffa), Yousef Ahmed (extremo de Qatar del Al-Saad) y Amer Sabah (portero de Jordania del Al-Widhat)

Paradójicamente, la final se resolvió gracias a un delantero, Tadanari Lee, el delantero suplente de la selección japonesa, del que nunca había oído hablar. El jugador de los Hiroshima Sanfrecce lanzó una volea que se coló por la escuadra de la portería de Schwarzer. Él marcó el gol que llevaba a Japón a la gloria, él marcó en la prórroga en un gol que nos recuerda mucho al de Iniesta. Hoy Japón está de fiesta porque son campeones, ahora todo el mundo se ha olvidado de la lesión de Kagawa. Hoy España tiene un rival más en la Copa Confederaciones de 2013, un rival que juega como tú, tocando con jugadores de calidad en el centro del campo. Un rival con el que nos habríamos cruzado si los penaltis no la hubiesen eliminado del Mundial.

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