Qatar 2022, ¿un Mundial en enero?

Hoy empieza la Copa de Asia de naciones, un torneo con dos equipos superiores a los demás, Corea del Sur y Japón, con equipos interesantes como Uzbekistán o Emiratos Árabes y con sorpresas como la sorprendente Iraq que se enfrentó a España en la Confederaciones. Pero no voy a hacer un post sobre jugadores de nombres impronunciables que no conoce nadie. Voy a hacer un post del país anfitrión, Qatar, que va a organizar también el Mundial de 2022.

Qatar tiene la cosa más importante a la hora de organizar un Mundial: dinero. Todo lo demás son aspectos negativos: leyes religiosas que prohíben la homosexualidad y el alcohol, entre otras cosas, estadios que no se van a utilizar tras la competición y el clima desértico de esta pequeña península. Por esta última razón, la FIFA se plantea trasladar la competición al mes de enero. La mayor competición del mundo en medio de las grandes ligas europeas. Un gran paréntesis de por lo menos un mes y medio en todas las competiciones de clubes. Me parece un gran disparate.

No quiero quitarle el Mundial a Qatar, ni mucho menos. El fútbol de calidad debe llegar a todas las partes del mundo, incluso aquellas inhóspitas para hacer deporte, ya sea por calor o por frío. Nadie se quejó de que en Sudáfrica hubiera habido partidos a -5ºC. Nadie hizo nada por remediar el frio invierno de ciudades a 1500 m de altitud. Con el calor es distinto y jugar al fútbol a los 40ºC del desierto qatarí es peligroso. Pero los jeques a los que se le encaprichó el Mundial tienen dinero de sobra para instalar sistemas de refrigeración en los estadios. Pero sólo se utilizarían en el Mundial lo que es una mala inversión. Por eso, los magnates del petróleo prefieren fichar estrellas para su Manchester City o para su Málaga que pagar por hacer el estadio un frigorífico. Y como hace mucho calor en junio y julio no se puede jugar. ¿Cuándo entonces? En enero, cuando hay 20ºC. Y así es como los jeques están convenciendo a la FIFA.

¿Quiénes serían los grandes perjudicados de un Mundial en enero? Los clubes pero sobre todo los jugadores. Todas las competiciones se alargarían un mes más, es decir, acabarían en julio. Y yo me hago la pregunta. ¿Puede jugarse un partido de fútbol en julio en una ciudad como, por ejemplo, Córdoba? 45ºC en esos meses hay en la tierra de los califas. Y el Córdoba no tiene dinero como para instalar un sistema de refrigeración en el estadio del Arcángel. Ni el Córdoba ni muchos equipos modestos, no sólo de Andalucía sino de otros lugares con temperaturas extremas. Al calor de julio hay que sumarle el cansancio que provoca en los jugadores un Mundial. Los equipos con menos jugadores mundialistas llegarían frescos a final de temporada tras ese largo parón invernal que han tenido. La medida beneficiaría a los modestos, sí, pero en el fútbol no se puede beneficiar ni al más modesto.

La FIFA tiene muchos años para decidir las fechas de Qatar 2022. Pero esa decisión tiene que salir de la razón, no de los petrodólares de unos antojadizos jeques que, con el amparo de antiguos jugadores que buscaron un retiro dorado en el pequeño país musulmán, consiguieron organizar un Mundial cuando había algunas candidaturas superiores a la suya. Por favor, Blatter, no hagas daño al fútbol por un puñado de millones.