16 noviembre 2011

El golpe en la mesa de Portugal

Si atendemos al nombre y a la historia, Portugal era la única selección que participaba en la repesca de la Eurocopa considerada como "grande" dentro del panorama futbolístico del continente. Además, era el mejor equipo de todos, no solo con las individualidades de grandes futbolistas como Cristiano o Nani, sino también contando con la solidez de jugadores como Pepe o Meireles y otros jugadores poco conocidos pero muy interesantes como el lateral Joao Pereira o el portero Rui Patricio. Bosnia podría haber sido favorito contra cualquier otro equipo, excepto contra su vecina Croacia en el que el choque hubiera estado muy igualado. Los bosnios son el ejemplo más claro de selección emergente ahora mismo. Han tenido mala suerte en el sorteo, pero acabarán entrando más tarde o más temprano en las grandes citas, pues las dos grandes figuras del equipo, el centrocampista de la Roma Miralem Pjanic o el crack, el delantero del City Edin Dzeko, son aún muy jóvenes. Siempre se queda uno con la duda de qué hubiera ocurrido en la Euro, qué hubiera hecho el "Fernando Llorente" bosnio. Pero siempre hay grandes jugadores que se quedan fuera de las grandes citas. El delantero de la antigua república yugoslava es el principal, pero también podríamos citar a grandes futbolistas que no estarán en Polonia y Ucrania, como por ejemplo Bale, Nuri Sahin, Carvalho o Lukaku y probablemente De Gea, Soldado o Arteta en la selección española.

Para analizar la repesca nos vamos a centrar en la eliminatoria que enfrentó a esos dos equipos: Bosnia y Portugal. La ida fue en Zenica, en el infierno bosnio, donde se decía que los balcánicos nunca pierden (hasta que España les metió cinco). Los lusos no ganaron, empataron, pero perfectamente pudieron perder, porque el partido fue bosnio. El público y el láser sacaron del partido a Cristiano y a sus camaradas. Solo el férreo marcaje de Pepe a Dzeko pudo impedir que Bosnia hiciera gol. Posteriormente, la entrada de Ibisevic provocó un mayor número de ocasiones para los bosnios. Los centrales portugueses se volvieron locos con la entrada del delantero del Hoffenheim, se ocuparon del mejor, de Dzeko, pero se olvidaron del otro. Solo la mala suerte y el desacierto de Ibisevic impidieron la derrota de Portugal. Se decidía todo en la vuelta, en el Da Luz, estadio del Benfica. Bosnia había gastado ese cartucho que significa un partido en casa.

Y Portugal dio un golpe en la mesa en Lisboa. Rápidamente Cristiano eliminó las esperanzas bosnias con un soberbio gol de falta. Nani no quiso ser menos y marcó un golazo. Los lusos estaban jugando un partidazo y Cristiano estaba omnipresente, pero en una llegada aislada Coentrao toca un balón con la mano dentro del área. Penalti. Misimovic lo tira fatal, como no se debe tirar nunca, pero se le apareció la virgen a Bosnia y Rui Patricio se tiró al otro lado. Un gol bosnio podía meterles en la Euro y todavía faltaban 45 minutos para hacerlo. Pero a Cristiano se le antojó ir a la Eurocopa. Rápidamente el jugador del Madrid marcó en un mano a mano frente a Begovic. En esa jugada Lulic se autoexpulsa debido a las continuas protestas. Y ahí todos supimos que nuestros vecinos nos iban a acompañar a Polonia y a Ucrania. Bosnia metió un poco de miedo tras el gol de Spahic. Pero la respuesta de Portugal no se hizo esperar. Postiga en dos ocasiones y Veloso (jugadorazo del Genoa) dando clases sobre cómo se debe tirar una falta cerraron la goleada. 6-2, pero lo más importante, un pasaporte para Polonia y Ucrania para un equipo que aun sin Carvalho y Bosingwa dará mucha, pero que mucha guerra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario