Puyol: la garra del Barcelona

Es increíble. El que hoy consideramos el mejor central del mundo empezó su andadura en el fútbol profesional siendo uno de los llamados comodines, que puede jugar en cualquier demarcación del campo, un tipo de jugador prácticamente desaparecido ahora mismo. Fue Louis Van Gaal en el 1999 el que creyó que Puyol tenía que tener una posición fija, la de defensa central. La verdad es que el técnico holandés no se equivocó, pues acabó siendo uno de los mejores centrales del mundo y para muchos culés (también algunos no culés) de la historia. En solo cuatro años con el primer equipo del FC Barcelona consiguió convertirse en un auténtico ídolo blaugrana y en el capitán del equipo dirigido entonces por Frank Rijkaard. Desde la capitanía ha ganado 3 Ligas, 4 Supercopas de España, 1 Copa del Rey, 2 Champions, 1 Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. Currículum impresionante, ¿no? Pues a eso hay que sumarle lo ganado con la selección: 1 medalla de plata en los Juegos de Sydney, 1 Mundial y una Eurocopa. Números de auténtica leyenda que posiblemente aumentarán en corto o medio plazo.

Su estilo de juego no le beneficia a la hora de conseguir trofeos individuales. Tan solo cuenta con apariciones en los mejores onces de las distintas competiciones. Si el fútbol fuera justo, Puyol ya se tendría que haber llevado el Balón de Oro, teniendo en cuenta que Cannavaro lo consiguió gracias a un buen Mundial y a que el defensa catalán es mejor en muchos aspectos del juego. Se puede establecer un paralelismo entre los dos jugadores: son centrales bajitos (1.78 miden ambos), que basan su juego en la lucha, la presión, la colocación y la inteligencia táctica. Pero Puyi es mejor que Cannavaro porque tiene una velocidad punta y una resistencia que desespera a todos los delanteros.

Puyol no se forjó en la Masía, al contrario de lo que la gente piensa. Llegó al Barça con 17 años. Este aspecto se nota mucho en su juego. No tiene la técnica o la capacidad para subir que tienen Piqué o Marc Bartra, centrales contundentes pero a la vez goleadores y muy elegantes con el balón en los pies. Puyol sólo ha marcado tres goles en 94 partidos con la selección y 7 en 347 partidos en 1ª división. No han sido numerosos pero algunos sí han sido importantes. El más famoso es el de la semifinal del Mundial contra Alemania. Parecía volar entre las cabezas de Khedira y Piqué entre otros para dar un testarazo ante el que Neuer sólo pudo hacer la estatua. Otro gol parecido lo marcó en el famoso 2-6 en el Bernabéu, gracias a una gran jugada de estrategia con numerosos bloqueos en una falta lateral.

Yo siempre he dicho que Puyol es el jugador del Barça con más espíritu madridista (y con esto, culés, no quiero decir que Puyol sea del Madrid). Se trata de un jugador que se deja la piel en el campo, que no da un balón por perdido, que es leal a sus colores, que no es polémico, es todo un señor. Todos estos valores han sido siempre asociados al club merengue. Es probablemente el jugador del once inicial que menos participe de la filosofía de juego culé: el fútbol total, la asfixia rival mediante el toque y la calidad, el único que parece transmitir garra en un equipo que parece que no necesita luchar para ganar debido a la gran superioridad que tiene sobre casi todos los demás (y con esto no digo que el Barça no luche). Pero sin él, sería imposible realizar ese fútbol, porque todo equipo necesita un cierre que corte todas las contras del rival. Él es la parte invisible pero la más importante del tiki-taka. La garra del Barça, el "tiburón" como lo llamaba el gran Andrés Montes, el Tarzán, el gladiador, tiene muchos nombres y todos ellos conducen a una leyenda viva del fútbol. Por favor, Carles, no te retires nunca, el fútbol te necesita.

Y ahora la parte que más os gusta: los vídeos

Gol en la semifinal del Mundial


Gol del día del 2-6


Gol contra el Valencia esta temporada


Puyol vs Ramos


Recopilatorio de mejores jugadas


Mejores jugadas en el 1-0 del Barça-Madrid del año pasado


Y el último para los madridistas, Higuaín venciendo en velocidad a Puyol