26 diciembre 2011

Paolo Maldini: El palo del futbolín

Actualmente, casi todos los equipos tiran la línea para hacer que el delantero rival caiga en fuera de juego. Pero en los años 80 solo había un equipo que seguía esa táctica defensiva: el Milan, entrenado por Arrigo Sacchi y con una de las mejores defensas de todos los tiempos: Baresi, Costacurta, Paolo Maldini y Tasotti.



Hay que decir que la norma ha cambiado, el fuera de juego solo se señala si el jugador que está en posición antirreglamentaria interviene en la jugada. Se hizo precisamente para ponérselo un poco más difícil a estos genios defensivos italianos. El líder de esa defensa era Baresi, él era el que decidía el momento en el que había que dar un pasito hacia delante. Maldini aprendió del gran líbero italiano a tirar la línea con una coordinación enorme entre los defensas. Por ello, yo, que solo he podido verlo en su etapa de veterano, recuerdo a Paolo como el gran jefe de la defensa. Y siempre que lo he visto lo he asemejado al palo del futbolín, a ese hombre que hace que todos sus compañeros de la zaga se muevan a la vez en el momento justo. Pero Maldini era mucho más.

Míchel, ex-jugador del Madrid y ex-entrenador del Getafe, decía que tenía pesadillas las noches posteriores al día que había jugado contra el Milan. Él era un extremo diestro rapidísimo y se tenía que enfrentar a Maldini, lateral izquierdo rossonero. El madridista nunca consiguió regatear al defensa italiano, lo que provocó que se le apareciera hasta en sueños. Y es que es difícil tener mejores condiciones que Paolo. Era fuerte por alto como todos los centrales italianos, pero además era rapidísimo, lo que provocaba que la mayor parte de su trayectoria jugara de lateral. Además, era ambidextro lo que le hacía adaptable a ambos costados del campo. Por tanto, era un comodín defensivo para todos los entrenadores del Milan, ya que rendía al mismo nivel en todos los puestos de la zaga. Pero no era el típico defensa agresivo muy propio de Italia. Solo fue expulsado cinco veces en sus 24 años de carrera futbolística, lo que demuestra que el catenaccio no era lo suyo. Precisamente por eso los tifosi más radicales le acusaban de demasiado blando en algunos momentos y acabaron abucheándole el día de su despedida en un San Siro emocionado. Un final que fue demasiado cruel para un hombre que le ha dado todo al Milan.

Probablemente Maldini tenga el palmarés más espectacular a nivel de clubes en el fútbol moderno. Muy pocos pueden presumir de contar con 7 Ligas, una Copa y 5 Supercopas en el país en el que juegan. Los que tienen 5 Champions, 5 Supercopas de Europa, 2 Intercontinentales y 1 Mundialito se pueden contar con los dedos de una mano y sobran dedos. La suerte que ha tenido en su club no la ha tenido con la selección italiana, con la que disputó 126 partidos. Precisamente falló un penalti en la tanda decisiva del Mundial 94 de EEUU que impidió que Italia venciera a Brasil. En el resto de competiciones tampoco consiguió hacerse con la victoria. Cuando Italia ganó el Mundial de 2006 ya no era convocado con la selección. Todo el reconocimiento hacia la gran defensa italiana recayó sobre Cannavaro, que fue galardonado con el Balón de Oro, un premio que Paolo nunca recibió. Maldini no estaría allí, pero él había sido el palo del futbolín de la defensa de Italia, ya que su espíritu seguía en la zaga azurra dirigiendo como siempre lo había hecho.



Maldini vs Ronaldo, Rivaldo y Henry


Maldini vs Puyol. Música: Played-a-live, de Safri Duo

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