28 junio 2011

Ni cuando el sistema te beneficia

El sistema de descenso argentino es tan injusto como complicado. Se tienen en cuenta los puntos conseguidos en las tres últimas temporadas, lo que beneficia a los equipos grandes y perjudica duramente a los recién ascendidos. Este disparate está diseñado para evitar que una mala temporada de los equipos grandes les lleve a la División B, la Segunda argentina. Esto suele ocurrir mucho al otro lado del charco, donde hay muchísima más igualdad que en Europa y donde muchos equipos pequeños acceden a la Libertadores. Pero lo normal es que la crisis dure una temporada, o como mucho dos. Si dura una más, ese sistema que te beneficiaba se vuelve ahora en tu contra y acabas en promoción o en puestos de descenso directo si es muy grave.

La crisis de River comenzó hace tres años. El equipo quedó último en el Clausura y decimoséptimo en la general. La temporada siguiente fue similar a la anterior en la clasificación general, pero no se quedó último en ninguna de las dos competiciones. Este último año fue algo mejor pero esa mejora se había producido demasiado tarde y en la clasificación del descenso River acabó en el puesto decimoséptimo y tenía que jugar la promoción contra un modesto equipo de la B, el Belgrano. Pero esos modestos le ganaron 2-0 en casa, en Córdoba, y consiguieron empatar a 1 en el Monumental de River. David pudo una vez más con Goliat, y Goliat acabó en Segunda.

River apeló al miedo escénico que provoca un estadio mítico como el Monumental para hacer la guerra psicológica a Belgrano y poder así tener más fácil la remontada tras el 2-0 de la ida. El campo estaba lleno y precioso con los colores blanco y rojo de River. Y parecía que hacía efecto la presión sobre el equipo cordobés ya que Pavone marcó a los 5 minutos de partido. Sí se podía, la remontada era posible, solo hacía falta un gol más para empatar, ya que en caso de empate permanecía River debido a que en caso de empate el equipo de Primera consigue la permanencia (otra locura más de la Liga argentina). Pero el sueño lo aniquiló la propia defensa bonaerense porque Farré, delantero del Belgrano, aprovechaba un fallo que llevaba a River a la División B. Hubo posibilidades de remontada ya que el árbitro pitó un penalti a favor de los millonarios, pero Pavone falló. El ex del Betis lanzó el peor penalti de su carrera que fue blocado por el portero y héroe Olave. Ahí se acabó la esperanza de los de blanco y rojo y el partido tuvo que acabar antes de tiempo por los incidentes en la grada. River Plate era, por primera vez en la historia, equipo de la División B del fútbol argentino.

Se fue a Segunda tras haber conseguido 33 Ligas, 25 subcampeonatos, 2 Copas Libertadores y 1 Copa Intercontinental. Por sus filas han pasado jugadores como Kempes, Francescoli o Di Stéfano. Los jugadores más famosos de la última década que han pasado por el equipo millonario son Hernán Crespo, Santiago Solari, el mono Burgos, Aimar, D'Alessandro o Saviola. En la actualidad había jugadores que muy posiblemente tendrán importancia en el futuro como Erik Lamela o Diego Buonanotte. Todos ellos están tristes, porque ha descendido uno de sus clubes, posiblemente el más grande de los que hay en Sudamérica junto al eterno rival, Boca Juniors. Echaré de menos los clásicos argentinos entre los dos equipos de Buenos Aires. Pero no nos debemos olvidar del que ha ganado. Hay que dar un aplauso al Belgrano, el equipo que ha dado la vuelta al mundo por derrumbar 110 años de historia de uno de los clubes con más fama del mundo. El 111 volverá a ser en la División A, estoy convencido. Pero siempre se dice que el Infierno es para los expertos, y el River es novato por esos lares

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