16 mayo 2012

República Checa: La táctica Bruckner

La imagen futbolística moderna de la República Checa es la del equipo que se quedó a las puertas de la final de la Eurocopa 2004 celebrada en Portugal. Fue un equipo que sorprendió por su propuesta de fútbol. A falta de una defensa de garantías, el seleccionador de por aquel entonces, Karel Bruckner, optó por hacer que combinaran los grandes centrocampistas de toque de que disponía, entre los que destacaban Smicer, Nedved o Poborski, entre otros. Los rivales no podían atacar, ya que no tenían la pelota. El equipo tenía ocasiones y con los cañoneros que tenía arriba (Koller, Lokvenc y Baros) conseguían algo muy difícil de hacer: vencer y convencer a la vez. Tanto convencían, que muchos analistas lo situaban como el gran favorito para ganar esa competición, que la acabó ganando la sorprendente Grecia de Dios Otto. Pero ese equipo estará para siempre en la memoria de quienes lo disfrutamos. No consiguieron vencer, pero no solo se recuerda a los vencedores. Por ejemplo, pocos se acuerdan de la única Eurocopa que ganó la República Checa en 1976, cuando todavía existía Checoslovaquia.

Ahora la República Checa no convence, y muchas veces no vence. Está en la Eurocopa porque el sorteo de la fase de la clasificación fue benévolo. Le tocó el grupo de España, pero no había rivales de gran nivel además de la "roja". En la repesca le tocó Montenegro, que ya había hecho un milagro metiéndose en la eliminatoria final y no tenía tanta calidad como los checos. Porque los checos tienen calidad, y mucha, pero el problema es que sus jugadores de creación son muy intermitentes. La irregularidad es una característica muy propia de los tres hombres con más peligro de la selección centroeuropea. Rosicky, Baros y Plasil tienen técnica suficiente como para tirar de un equipo, pero desaparecen con muchísima frecuencia, y es difícil ver un partido bueno de los tres a la vez. Baros es una de las referencias ofensivas pero es una incógnita siempre porque solo demuestra su calidad en algunos partidos con la selección. Su compañero arriba está por decidir. Los checos no saben si Necid se recuperará de la lesión que le ha apartado tres meses de los terrenos de juego, un caso muy parecido al de David Villa. La defensa es la línea de menor nivel del equipo, y más tras la expulsión de Ujfalusi tras un escándalo que también afectó a otros compañeros de selección. Con una defensa así, con la calidad que tiene el medio campo y con la efectividad que puede llegar a tener Baros, se puede realizar la táctica Bruckner. ¿Pero se alinearán los astros para que Rosicky y Plasil puedan llegar a ejecutarla como lo hacía el gran Pavel Nedved o desaparecerán como de costumbre?

Mi estrella
Petr Cech (Chelsea): La defensa de la República Checa puede estar tranquila, porque si comete algún fallo sabe que el delantero rival se enfrentará a uno de los mejores porteros del mundo. Muchos lo daban por acabado, pero en esta Champions ha resurgido de las cenizas y ha demostrado una vez más su seguridad en los balones aéreos y sus grandes reflejos.

Mi apuesta
Tomas Pekhart (Nuremberg): Es el plan B del equipo por si no llega Necid. Se trata de un delantero con el mismo perfil que el de su compatriota: alto (1,94), fuerte, con capacidad para bajar balones y buen remate. Su trabajo lo agradecerán mucho Baros y los llegadores de segunda línea que tienen los checos. Tiene 22 años.

Mi pronóstico
No veo a los checos en cuartos. Tiene muy buena plantilla, mejor que las de sus dos teóricos rivales (Polonia y Grecia), pero a veces eso no basta y creo que este es el caso. Rosicky puede que tenga un día inspirado, pero no creo que vaya a tener tres, que es lo que necesita el equipo para pasar de la liguilla.

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