Italia: Jabalíes heridos

La consecución de títulos de Italia siempre ha sido en los momentos en los que parecía que la selección transalpina tenía problemas internos. Es curioso. Por ejemplo, en el Mundial de España de 1982 había habido dos años antes una macrooperación contra las apuestas en el fútbol italiano, que provocó la suspensión de algunos futbolistas internacionales. Uno de ellos, Paolo Rossi, recibió una sanción de dos años que expiraba justo antes de empezar la competición de Naranjito. Tras muchas dudas del seleccionador italiano Enzo Bearzot, decidió llevarlo al Mundial pese a que había jugado solo 3 partidos en 2 años, y no le falló. Italia venció la competición con Rossi como máximo goleador. Otro caso fue el del Mundial de Alemania. Se había conocido días antes de que empezara el torneo un gran escándalo de compra de partidos en la liga italiana, el conocido como caso Moggi, que provocó el descenso a la Serie B del mejor equipo del momento, la Juventus, y de uno de los mejores, la Fiorentina. Muchos de los jugadores de la selección pertenecían a equipos implicados en la operación policial. De hecho, el que acabó siendo mejor jugador del torneo y Balón de Oro de ese año, Fabio Cannavaro, jugó sabiendo que su equipo había ganado la liga de manera irregular, y que tendría que cambiar de equipo si no quería jugar en la segunda división italiana. Estos dos casos demuestran que cuando el calcio sufre alguna herida, su selección rinde mucho más. Son como los jabalíes, son más peligrosos si están heridos, y en esta Eurocopa lo están.

Un escándalo muy similar al que provocó la suspensión de Paolo Rossi ha afectado recientemente a la selección italiana. Criscito, lateral izquierdo, ha sido acusado de amaño de partidos de la Serie A de hace dos años, cuando militaba en el Genoa. El central Leonardo Bonucci, de la Juventus, también está siendo investigado pero no ha abandonado la concentración italiana como ha hecho Criscito. La magnitud ha sido tal que incluso se ha especulado con que Italia no participaría en la Eurocopa, clasificándose Estonia en su lugar, y con que no habría Serie A el año que viene. Los jugadores no están centrados, como se demostró tras la derrota por 3-0 contra Rusia del otro día. Aun así,  el equipo tiene mucha calidad, empezando por la portería, donde tiene puesto fijo uno de los mejores porteros del mundo, Gianluigi Buffon. La defensa está debilitada tras la baja de Criscito y con Chiellini como único hombre fijo. Incluso podría jugar un futbolista de la Serie B, Ogbonna, del Torino. El verdadero poder de Italia está en el centro del campo, con cuatro grandes de la liga italiana: De Rossi, Pirlo, Montolivo y Marchisio. El acompañante en la delantera de Di Natale dependerá del estado mental de Balotelli. Si está bien, jugará el hombre del City; si no lo está, el abanico se abre para hombres como Cassano o Giovinco. Es un equipo inferior al de otras ocasiones, pero está herido, y eso no perjudica a Italia sino que la motiva.

Mi estrella
Andrea Pirlo (Juventus): Sorprendió a todo el mundo tras marcharse del equipo de su vida, el Milan, a la Juventus, pero este cambio le ha rejuvenecido a Andrea hasta el punto de que actualmente es el referente de esta Italia en período de transición. De hecho, se habla de Pirlodependencia. No es para tanto, pero su golpeo de balón y su visión de juego serán importantes si Italia quiere destacar en esta Eurocopa.

Mi apuesta
Sebastian Giovinco (Parma): La Juve se está tirando de los pelos por haber dejado escapar a este pequeño mediapunta que ha explotado este año en el Parma. Un auténtico ratón con una gran velocidad y regate, que además cuenta con un gran golpeo a balón parado, que le lleva a una buena capacidad goleadora. Acabará en un buen equipo tras la Euro

Mi pronóstico
Italia tiene potencial para pasar de ronda con relativa facilidad y para poner en apuros a España en el primer partido. Posteriormente, se tendría que cruzar con Francia o Inglaterra, y esa parece la barrera para la selección italiana. Pero puede alcanzar cotas mayores si el catenaccio y la suerte le acompaña.