22 junio 2012

Sobraron 21

Los cuartos de final comenzaban con un aparentemente desigualado pero bonito República Checa-Portugal. Se enfrentaban la revelación del torneo contra el equipo de Cristiano Ronaldo y compañía. Pero no, solo hubo un equipo sobre el terreno de juego, que fue Portugal que se llevó el partido por 1-0. Pero no, ni siquiera los lusos estuvieron sobre el campo. Todo lo hacía el mismo, no había partido sin ese jugador. Y hay muy pocos jugadores en el mundo capaces de hacer atractivo un partido como el de ayer. Cristiano Ronaldo fue la única razón por la que mereció la pena el partido de ayer. Los otros 21 sobraron, no hacían falta. Algunos, como el portero portugués Rui Patricio o el centrocampista checo Jaroslav Plasil, apenas tocaron la pelota. Otros, como Pilar, Jiracek o Moutinho intentaron hacer sombra a Ronaldo pero hay muy pocos hombres capaces de hacerlo y no había ninguno en ese partido. Quizá Cech, pero no pudo hacer nada por evitar el gol de Cristiano. Así pues, se puede decir que Portugal está en semifinales tras una gran exhibición individual de su gran estrella, que marcó un gol y tiró dos veces al palo.

La República Checa ha sido para mí la gran revelación del torneo junto a Grecia y a Dinamarca. Y eso que su jugador de campo de más nivel, Tomas Rosicky, ha estado fuera por lesión en los partidos de Polonia y en el de ayer contra Portugal. Quizá esa haya sido la causa de la poca resistencia que plantearon los checos a los portugueses, faltaba fútbol. El único peligro de Chequia venía por parte de las bandas, ocupadas por la que para mí ha sido la gran revelación del torneo, Vaclav Pilar, y Petr Jiracek, que compartirán equipo el año que viene, el Wolfsburgo. El regate y la técnica de estos dos futbolistas se mezclaba con las subidas por la banda derecha del lateral del Slovan Liberec Theodore Gebre Selassie. Haciendo honor a un apellido mítico para el atletismo de fondo mundial, el jugador de origen etíope ha sido un despliegue de velocidad y resistencia en el flanco derecho del equipo de Michal Bilek. Más defensivo ha sido el otro lateral, Limberski, que ha sido titular debido a que Kadlec ha jugado de central. Este último ha sido también un peligro en ataque, ya que era él el que subía al ataque, y no Limberski en muchos momentos del partido. En ese tiempo, Thomas Hubschman, centrocampista defensivo, ocupaba el centro de la zaga junto a Sivok, que ha realizado un campeonato fantástico, ante un posible contraataque, realizando así un trabajo oscuro pero muy valioso. La República Checa ha sido eso: el desequilibrio en banda de Pilar y Jiracek y las subidas de Gebre Selassie y Kadlec. El resto del juego ofensivo ha sido bastante pobre. Se esperaba mucho más de Plasil, el organizador de juego, y de Baros. Además, no se ha encontrado un buen sustituto para Rosicky. Kolar y Darida no han conseguido enlazar convenientemente con el delantero como suele hacer el centrocampista del Arsenal. Esa ha podido ser la clave por la que ayer Chequia fue tan débil ofensivamente, ya que ni siquiera tuvieron una oportunidad final y Portugal aprovechó muy bien su gol.

Bilek salió ayer con una directriz clara. Había que parar a Cristiano y esperar una jugada aislada o bien esperar a la tanda de penaltis, en la que Cech podía marcar la diferencia. El seleccionador checo pensó que anulando a Cristiano anularía el ataque de Portugal. Por ello, quiso evitar las arrancadas del luso con un hombre tan rápido como él, Gebre Selassie. Bilek acertó, Portugal estuvo atenazada durante los primeros veinte minutos y Paulo Bento decidió cambiar a Ronaldo de banda, para que se enfrentara con Limberski. El crack portugués también estuvo desaparecido en esa zona del campo, mientras que Gebre Selassie subía al no tener que defenderle. Y Portugal decidió esperar. Esperar a que el lateral de origen etíope se cansara un poco para que no pudiera defender a Cristiano como en el principio del partido. Mientras tanto, los portugueses basaban su juego en el poderío a balón parado y en la calma que proporcionaba Moutinho al juego. Cuando el lateral de color checo ya había caído en la trampa, allá por la segunda parte, Cristiano volvió a su hábitat natural. En la banda izquierda portuguesa se sucedían los regates y las faltas de Gebre Selassie sobre Ronaldo. Sin embargo, fue en la derecha donde se fraguó el gol. Un gran centro de Moutinho es rematado por el crack portugués ante la pasividad del lateral checo del Slovan Liberec. Después, control absoluto de la posesión de Portugal. Toques fáciles para evitar la contra de los checos, que tampoco hicieron demasiado por ganar el partido. Esos minutos sobraron, como también sobraron 21 de los futbolistas que jugaron ayer el partido

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