25 junio 2012

La Eurocopa de la pausa

No hay un equipo en Polonia y Ucrania para jugar con la elaboración de balón y la velocidad de toque con la que juega la selección española. Pero tampoco hay un equipo que sea un claro contragolpeador. Por ello, estamos viviendo la Eurocopa de la pausa, una competición en la que el juego es lento, pausado, horizontal. Esto se debe principalmente a dos razones: la gran fatiga que tienen los jugadores tras las largas ligas y el modelo de toque de España que intentan imitar sin éxito muchas selecciones. Se rasea mucho el balón pero no hay jugadores capaces de ser incisivos en el pase como pueden llegar a ser los futbolistas trescuartistas de la selección dirigida por Vicente del Bosque. Alemania tiene un futbolista de esa calidad, Ozil, y ha sido la escuadra que hasta ahora mejor juego ha mostrado junto a España. Esto se ha visto durante toda la primera fase, donde fue mejor y donde tuvo más posesión que sus tres rivales, y en el partido de cuartos frente a Grecia. Low no vio peligro ante los helenos y decidió sacar a un equipo con teóricos suplentes, como Marco Reus o Miroslav Klose. Los teutones tuvieron el partido controlado en todo momento, incluso tras el susto provocado por el gol de Samaras en una contra. Cuando tuvieron que atacar pusieron muchos hombres arriba para romper la telaraña defensiva griega, algo que destrozó a Grecia. Y cuando el objetivo estaba cumplido, Schweinsteiger y Khedira durmieron el partido. Los otros dos goles de Alemania vinieron casi sin querer y se debieron a la falta de intensidad de la defensa griega. El juego ofensivo de los alemanes estuvo en pausa, Grecia salvo Salpingidis estuvo toda ella en pausa.

Algo similar sucedió con España, que mejoró al tener la tensión competitiva provocada por las eliminatorias. El doble pivote que tanto he criticado estuvo bastante bien pero hubo un cambio. Xabi Alonso y Busquets se turnaban para llegar desde segunda línea, algo similar a lo que hace Low con Khedira y Schweinsteiger. El toque seguía siendo horizontal, más defensivo que ofensivo, y solo la verticalidad de un espléndido Jordi Alba provocó el único tiro a la puerta defendida por Lloris, un cabezazo de Xabi Alonso que acabó dentro. Pero eso era importante, uno de los del doble pivote se incrustaba en la línea formada por Xavi, Iniesta y Silva cuando España tenía la pelota. Ese doble pivote defensivo desaparecía momentáneamente. Aun así, faltaba incisividad, ya que con el gol Alba dejó de subir con la misma frecuencia y Pedro no tuvo grandes ocasiones de encarar porque Francia se hizo con el balón a causa del empuje que provoca el hecho de ir perdiendo. Los de Del Bosque mostraban su calidad en paredes y jugadas imposibles pero que no servían para romper líneas porque imperaba la pausa, la pausa de Xavi e Iniesta. España durmió el partido y Francia acabó completamente fundida tras correr tras el balón durante toda la primera parte y apenas causó peligro sobre la meta de Casillas. Y Francia sí podía ser incisiva, ya que tiene a tres jugadores capaces de romper líneas: Cabaye, Ribery y Benzema. Pero la fatiga causó la pausa, como a tantos otros equipos en esta Eurocopa.

Y ayer se enfrentaron dos equipos que ya han sido muy pausados a lo largo de la historia a la hora de elaborar fútbol: Italia e Inglaterra. Y la pausa no falló a su cita con transalpinos y británicos. Además, estaba un maestro de la calma con la pelota que dominó el partido a su antojo: Andrea Pirlo. El viejo rockero italiano puso el stop al partido con un ritmo que le convenía a ambos equipos. A Italia porque tenía jugadores que se adaptaban a ese estilo y a Inglaterra porque no tenía un buen estado físico. Ashley Young y en la segunda parte Walcott parecían los únicos que podían dinamitar por las bandas la pausa impuesta por el jugador de la Juventus. Pero no, no tenían su día, al igual que los delanteros de ambos equipos. Faltó Di Natale, algo que me sorprendió ya que Balotelli estaba empezando ya a hacer la guerra por su cuenta. En los penaltis se hizo justicia. Inglaterra, que había estado a deriva del ritmo italiano durante todo el partido, era derrotada tras los fallos de los dos Ashleys: Young y Cole. Y Pirlo demostrando la pausa hasta el final lanzando un penalti del que Panenka estaría orgulloso. Si es que en esta Euro, hay pausa hasta en las tandas de penalti.

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