24 febrero 2011

Ocasiones contra posesión

Hubo gente que no entendió que pusiera un 50-50 en el pronóstico del Inter-Bayern, no podían comprender que no me pudiera mojar en una de las eliminatorias. Lo entiendo, queréis saber quién tiene más opciones de ganar. Pero no pude decidirme entre un equipo u otro. Analicé el partido de mil maneras, comparé a los equipos hombre por hombre, vi sus estadísticas a lo largo del año, estuve delante del ordenador buscando cualquier circunstancia que pudiera decantar la balanza a un lado o a otro. O no entendisteis que la eliminatoria estuviese tan igualada; es lógico, el Inter tiene mas caché porque es el actual campeón y podía influir la final del año pasado. Pero ayer, mi pronóstico que avisaba de una igualdad absoluta falló en un sentido y acertó en otro. Falló en que el Bayern consiguió una importantísima victoria fuera de casa y eso,  no es sinónimo del equilibrio que presentí. No acerté en el resultado, pero sí lo hice en lo que respecta al juego.

Porque fue un partido muy equilibrado, en el que el dominio se iba alternando cada pocos minutos, y en el que decidió una jugada aislada, un rechace. El Bayern tenía el control de la pelota pero causaba poco peligro. Eso es lo que pasa cuando no hay jugadores que tengan capacidad para el último pase. Schweinsteiger podía cumplir esa función, pero el completísimo centrocampista alemán no tuvo un día demasiado inspirado. Su compañero en el mediocentro, el brasileño Luiz Gustavo sí lo tuvo, pero no tiene la magia ni la fantasía que muchos de sus compatriotas tienen en sus botas. Así, el mayor peligro del Bayern vino, como casi siempre, de la doble R, Robben y Ribery. "Scarface" notó demasiado la falta de ritmo tras la larga lesión que ha tenido y se le vio cansado durante toda la segunda parte. Pese a ello, Van Gaal no lo sustituyó cuando todos queríamos ver al gran Toni Kroos jugar un partido de máximo nivel con el Bayern. Pero su compañero, el holandés, ya se había recuperado perfectamente de su lesión. Y volvió a hacer la jugada de siempre, la que ningún defensa puede parar aunque la haga día sí, día también: sale desde la derecha, eslalon hacia el centro y tiro con la izquierda desde la frontal. La intentó un par de veces pero no acabó como el quería. Pero a la tercera fue la vencida. En vez de realizarla en la frontal, la realizó un poco más lejos. El tiro no lo pudo blocar Julio César y Mario Gómez, el más listo de la clase, cogió el rebote y la enchufó. Decidieron como siempre las bandas y el espigado delantero.

Si el Bayern tuvo la posesión, el Inter tuvo las ocasiones, todas ellas al contraataque. No pudo tener el balón ya que Luiz Gustavo, que estaba en todos los sitios tanto en ataque con defensa, no dejaba respirar al jugador con más calidad del conjunto nerazurro, Wesley Sneijder. Probablemente Leonardo no había planteado el partido mediante el uso de la posesión (jugó con 5 defensas), eso explica en ocasiones la excesiva racanería del equipo, que no quería tener el balón ante su público y aún menos lo quería si el jugador que menos lo domina está muy vigilado. Así que el Inter jugó su partido a la contra, y le hubiera salido bien si Kraft no hubiera hecho unas cuantas paradas de muchísimo mérito. Parecía que el Inter llegaba más fresco al final del partido, sus arreones hacían cada vez más daño al Bayern hasta el punto de que justo antes del gol había habido una serie de corners consecutivos. Paradójicamente, el club bávaro marcó en una contra tras los saques de esquina. Lucio, que había subido varias veces, no fue a por el balón rechazado por Julio César, en un grave error del defensa brasileño. Pese a ello, el portero se echó las culpas a sí mismo, cuando le bota justo antes y es muy complicado cogerla. Se pilló un gran cabreo y se fue a casa andando y pensando en el fallo, cuando el error había sido de su compañero que no había seguido a Mario Gómez.

Ayer ganó la posesión a la efectividad y a las ocasiones. También le ganó el balón a la racanería y el conservadurismo de Leonardo, que no se la jugó en ningún momento. No hizo más cambios que uno obligado por lesión y dejó en el banquillo a dos jugadores como Coutinho y Pandev. Ahora se la va a tener que jugar en la vuelta. ¿Será hay tan conservador? No puede. Pero si pudiera, estoy seguro de que lo haría.

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